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ateo poeta

 

Escribir artículos científicos

me exaspera.

 

Es como arrastrar una piedra

gigante cuesta arriba

con tus solas manos.

 

Su masa contra tu voluntad.

La inclinación del camino,

la cima invisible,

los interminables obstáculos

que pueden ser otros guijarros

de menor tamaño.

 

A mitad del trayecto siempre

arrecia una tormenta

de críticas

desalentadoras.

 

Dan ganas de tirar la toalla.

De disfrutar viendo rodar

esa mole montaña abajo.

De deleitarse con las vistas

oceánicas que proporcionan

las alturas.

 

Si no has sucumbido a las trampas

tendidas, a la retórica

o a las múltiples distracciones,

puedes alcanzar

una meta volante.

 

Y enseguida divisas cumbres

más altas y lejanas.

 

Y no das crédito

a la piel que te has dejado

en la partida.

 

Y, no obstante,

continúas albergando

la misma vana ilusión

de dotar de transparencia

al mundo.

 

 

Fotografía: Carmen Marchena

 

 

 

2 comentarios

ateopoeta -

Difícil lo tiene la verdad cuando se encuentra cara a cara con el misterio y con el temblor.

Gracias por la visita, ohma!

ohma -

Como no soy ciéntifica puedo decir que intuyo mucha verdad en este bonito poema.
Saludos de otra atea.