Blogia
ateo poeta

 

Vuelves de donar sangre, a mis brazos

y te quitas la ropa con lentitud, la jornada

se acabó y tu cuerpo se enrosca con el mío

con ternura, como si la intención y el deseo

fueran unas premisas indiscutibles.

 

Sólo estar, prolongando el tiempo a tu

lado, sin más ataduras.

 

 

Fotografía: Miguel A. Martínez

 

 

0 comentarios