la sangre de los fósiles
Siempre es difícil encontrar libros de poesía que merezcan la pena. Escuchando el programa de Radio 3 “La estación azul” escuché a José María Micó recitar algunos de sus poemas en su último libro, “La sangre de los fósiles” (editorial Tusquets, 2005), y me gustó su lenguaje prosaico, aforístico y circunspecto. El libro, al final, no me ha entusiasmado del todo ni me parece redondo, pero son recomendables algunos extractos.
oigo el mercado,
toco un cuerpo joven,
percibo mi propia juventud,
la que fue y ya no es,
la que estuvo y no está,
paseo sobre cáscaras de frutos,
entre los gases de los coches,
y veo y huelo y gusto y toco y oigo
sólo lo que está fuera de las cosas.
El fruto es siempre ausencia,
placer vaciado.
yo soy.
Tú eres.
Él es.
Nosotros somos.
Ellos son.
Pero si me creéis, allá vosotros.
el olor del jazmín es casi tacto.
algunas noches
las mujeres se suben
a la cabeza.
En la taberna,
el mundo vocifera,
tú me sonríes.
Esa sonrisa
es una de las formas
de la esperanza.
Es el instante,
y no un vodka con hielo,
lo que ahora apuro.
Cualquier esquina
en que bese tus pechos
será mi casa.
Si te desnudas
verás desanudarse
todas mis dudas.
No nos miremos.
Es hora de tocarse
sin miramientos.
Estamos solos,
y encima de esta cama
sobran los versos.
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