1
Febrero nunca acaba.
Largas jornadas sin dueño y sin resuello,
ya consumidas antes de mediodía,
que me acaparan sin tenerme en cuenta.
Por encima
de la superficie:
le sobran entre tres y cinco millones de personas
a nuestro sistema productivo
y nuestro sistema productivo le sobra al mercado mundial.
Un buen adiestramiento, incluso uno mediano
puede hacer de cualquiera un asesino
profesionalmente eficiente
y ya no queda nadie que lo ignore.
Leviatán es idealista y hedónico, se muscula
en gimnasio, invierte en Bolsa, babea
su liturgia grasienta, su hierro de exterminio:
mientras que de momento el confort no disminuye
más que uno o dos grados sobre el nivel del mar
en las ensangrentadas capitales del Imperio.
Por debajo
de la superficie:
estás herida de muerte
y herida de la vida impredecible
mientras febrero
no acaba nunca.
2
La piel persiste intacta; mas bajo ella
el tajo es muy profundo.
¿Qué ojos, dedos, labios
escrutarán ese abismo de qué cuerpo?
Jorge Riechmann, Febrero interminable
0 comentarios