hoy necesito regalarte algo:
una brizna almibarada de silencio,
fe en tus cartílagos y articulaciones,
aquella peonza bravía que nos arrebató
hasta los abismos prodigiosos,
pongamos por caso
dirán que son presentes volátiles,
calenturas de la imaginación, borlas
ornamentales, lenitivos de la ausencia,
qué sé yo
hoy sólo son una forma de agasajar
tu verbo cósmico, tu sed nuclear
por entender, la lumbre eterna de las cerezas
y algas que detienen la velocidad,
nuestra mutua digestión
(y te ofrezco mis excusas
por los excesos y defectos ocasionados)
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Chio -