Lengua de fuego y mar
bravío,
labios que encandilan lo oculto,
venid a mi desnuda
forma.
Al beso cauto arrasad
con vuestro aliento
etílico
y la resaca de la navegación.
No pienso más que en
algas esmeralda,
en tu cintura húmeda como
la sonrisa de los delfines,
en la luz perpetua
y tu interior
fosforescente.
Me hago el muerto
a merced de tus vaivenes
para olvidar la única
muerte.
En la brevísima conciencia
del límite
se despeja el día y
me llenas de absoluto azul.
Lengua afrutada, labios
prometidos,
deleitaos con lo insaciable
aquí.
2 comentarios
ateopoeta -
De la foto desconozco la autoría, pero la extraje de un blog de fotografías no menos rebosante de sensualidad:
http://mellevoamatarconmispalpitos.blogspot.com/
safrika -
Y la fotografía? Me gusta mucho!
Un saludo :D