¿Para qué echar la vista atrás
de lo que fuimos si nada vuelve?
¿O sí?
¿No permanece insidiosa
y lenta esa memoria de los puntos
de inflexión donde lo apostamos
todo a un amor aunque podía haber
sido otro el elegido?
¿Qué anhelamos? ¿No es lo mismo?
¿Para qué echar la vista adelante?
¿Volvemos a lanzar los dados
o nos conformamos con sonreírle
a la suerte?
Fotografía: Ana Nieto
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