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ateo poeta

 

La tristeza es una parábola

en su doble sentido: geométrico

y literario.

 

En cuanto al primero: traza en el aire

su trayectoria, como una bala que siempre erra

en el corazón pero que corta incisiva

el sosiego de cualquier vacío.

 

En cuanto al segundo: aparta las ramas

de la vida y los frutos suculentos, desfigura

los personajes y las lecciones morales

mientras arden lentas las vanas esperanzas.

 

Cuando descubro un rostro con el signo

de la tristeza que no se anquilosa,

opero con el siguiente bisturí:

 

o se entretiene en los cálculos del destino

o pugna denodado por definirlo de nuevo.

 

Fotrografía : Julia Rionda

 


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