(otro poema de Trinidad Gan)
Son tan claros los signos
que emanan desde un cuerpo
que osadía es volcarlos
en manchadas palabras.
¿Qué voz le pongo al pliegue
de un labio que desea?
¿Qué vocablo al latido,
desbocado e insomne,
de un corazón urgente?
¿Qué letras al amor,
amor el innombrable?
¿Con qué cifro el deseo,
cómo la vida escribo?
Retóricas preguntas:
sospecho que he topado,
irremediablemente,
con la literatura.
Trinidad Gan, Fin de fuga
Ilustración: Marina Anaya
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