La conjura de la voz (un poema de Trinidad Gan)
Esa ingenua tendencia a pelear
batallas de los otros,
el cuerpo exacto en su derrota
al recibir la luz,
la palabra encarnada en el tiempo,
la música sin límite,
la voz que, arena humana,
castillos de memoria,
de dolor y deseo
aparenta, levanta.
Reconocer el miedo, rebelarse,
poner los pies a tierra,
junto a una fina línea
de tus ojos quedarme
y amanecer después
sabiendo que tu risa
es la letra con que se inicia el alba.
Trinidad Gan, Fin de fuga
Ilustración: Marina Anaya
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