El dolor maúlla en lo oscuro.
Quiebra los filamentos de seda
que instaban a la luz, deja solitario
sus rasguños.
Periclitará, no obstante, bajo
la duna y su austera geometría.
Hay que dejarlo correr, indivisible,
hasta que sedimente y calcifique
su voluntad
que declina.
Fotografía: Marta Rebón
2 comentarios
ateopoeta -
gracias por el suplemento alimenticio, Polikarpov
Polikarpov -
Me ha gustado el pulso breve de este verso y lo que se lee detrás o más abajo de sus palabras.