Hoy no he leído ninguna noticia
de suicidios, violaciones u otros
actos de terror cotidiano y de
dimensiones tan planetarias que
uno hasta se compadece de
quienes simplemente cultivan
el mal en sus negras cavilaciones.
Seguro que no han dejado de
perpetrarse por muchos esfuerzos
que yo haya hecho por pasar
página, por mirar a otro lado
o por desear que una brisa tibia
me acariciase el rostro que sí,
quiere mostrarse más positivo
cada día.
Fotografía: Anton Corbijn
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