En nochebuena -que no entiendo
por qué debe ir con mayúsculas
ni por qué debe ser buena, o,
más bien, digamos, que no quiero
entenderlo-
ni se te ocurra salir
a pasear por las calles fantasmagóricas,
ni te hagas el despistado dejando
entrever que estás en tu casa al socaire,
ni escribas por ahí cualquier improperio
que denote tu animadversión a este
orquestado maquillaje
de la infelicidad
rampante.
¿Qué grado más bajo
del ser asocial
se te podría atribuir?
Fotografía: Gloria Rodríguez
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