Hay cosas, personas y palabras
que se cruzan en tu camino
sin haber salido a buscarlas,
que te regalan su presencia
y te invitan a contemplarlas,
amarlas y entenderlas,
no necesariamente
por ese mismo orden
ni en biunívoca
correspondencia.
Una de dos: o el azar
es un dios poderoso,
o mi voluntad muy
impresionable.
Fotografía: Sibylle Bergeman
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