Me tomas una fotografía.
No es natural, no puede serlo
desde que sé que estás ahí
en frente o en diagonal
con tu cámara.
Tampoco sé quién soy,
quién seré cuando quede
congelado en una imagen.
Nadie, ni siquiera quien
tú pretendes que sea.
Aún a sabiendas de ello,
me das consejos, disparas
cuando menos me lo espero,
piensas en mí de una manera
desconocida.
Tú tampoco eres la misma.
Te retengo en mi memoria
mientras me apuntas
con tu mirada.
Fotografía: Martine Franck
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