En un poema puedo
desnudarte en público, o un poco,
y yo a la vez, quitarme la ropa, o alguna,
no hay peligro, es solo
un poema
succionarte la piel, lamer las partes secas
y las húmedas, darte sorbos, jugos
de toda índole, saciar
la intención
deslizar mis manos hacia arriba,
piernas arriba, medias abajo y arriba,
hasta los pies, estremecerte, aún
a medio desvestir
es solo un poema, solo pueden leernos
mientras yo palpo cada golpe de aire,
donde nace el aire, donde palabras
engendran el oxígeno que engendra
puedo morder la fuente de tu poema
a punto de milagro, morder hasta tus
encías y labios gramaticales, pensar
que me piensas, que eres tuya hasta
derramarte.
Poco importa que,
en esta sala de espera,
sigamos siendo unos completos
desconocidos.
Ilustración: Aleka
0 comentarios