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ateo poeta

 

-Perdona, ¿puedo hacerte una pregunta muy, muy íntima?

 

Ella le miró con una sonrisa indescifrable, sin musitar palabra alguna como si aquel silencio significara algo del tipo "calla, no seas bobo". Entonces le besó con ternura y tristeza.

 

Se despidieron de inmediato. Y todo regresó a la tensa normalidad de siempre.

 

 

Fotografía: Constantine Manos

 

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