De regreso
a las oscuras cavernas.
El amanecer soleado,
el añil crepuscular,
incluso el trapo rojo
de las revoluciones.
¿Quién se atrevió
a darlos por muertos?
Preguntad entonces
a esa criaturas
por qué corren
a sus escondrijos.
Fotografía: Miroslav Tichy
0 comentarios