El filo del cuchillo
está siempre preparado
para la incisión,
para rasgar la superficie.
Al menor descuido
penetra
en la carne viva.
Todas la alarmas
convocan
a frenar la hemorragia.
Las instrucciones
deben ser certeras.
La parálisis del tiempo.
Por más que las reconozcas
fugaz y dolorosamente,
no es momento éste
para explicaciones.
Ni para divertirte
con tus metáforas
favoritas.
Fotografía: María Sánchez
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