Arrastrando la larga cola
de toda tu belleza desproporcionada
como un ejército de libélulas
sorteando la abundancia de la húmeda luz,
vienes hasta mi torso inerte
a concederme la epifanía y la inspiración
de tu boca a boca.
Será que me he vuelto holgazán
y tan sólo te espero circunspecta
entre los pliegues de mis sueños.
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