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ateo poeta

 

¿Y por qué no pruebas con los hombres

y te zafas del heteronormativismo,

tú que tanto presumes de no comulgar

con ruedas de molino y de transgredir

día a día cada sutil faz

de la opresión?

 

Y respondí: porque abogo por el derecho

radiante a que cada cual se rasgue

las vestiduras y se desquite e imagine

las perversiones que le venga en gana

de acuerdo a su mortal naturaleza

de marfil y crisantemos.

 

Por lo demás, tan sólo me adhiero

a una máxima: los caminos del deseo

son inextricables.

 

 

Fotografía: Ellen Von Unwerth

 

 

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