No somos dueños
de la luz que despide
muestra mirada.
Donde unos ven
el estupor
y sospechan
que sigues atado
a una oscura
tristeza,
yo me regocijo
en la minúscula
satisfacción
de la caricia lenta
y de las faldas
cortas.
Quizá acierten más
los primeros
y estos placeres
actúen como
una cortina
de humo.
Será que conocen
veleidades
de mayor eficacia
para poner
a las sombras
en su sitio.
Fotografía: Frederique Bangerter
0 comentarios