¿Qué extraordinario e inasible
se incuba
en tus pliegues de memoria
y cuerpo?
¿Y de qué fulgor es capaz
la adición
de nuestros flancos débiles
y las batallas
perdidas?
Ni siquiera los sonoros orgasmos
le hacen sombra
a ese rugir
de turbulencias.
Fotografía: Julia D. Velázquez
2 comentarios
ateopoeta -
polikarvop -
Esta es la gracia, que nada nos refleja y todo es deseable. Y luego que el tiempo sea largo para caminar por ellos.