Bajas de las nieves
y yo acepto tu don
y tu fuerza
como agua
de mayo.
Mi caballo de carreras
ciego y torpe
conoce el umbral
de lo prohibido.
Tu boca está hoy
más desnuda.
En un silencio
cósmico solo
conviene preguntar
por lo que nace
del fracaso.
He amado sin amor
y con uñas y dientes
y sin esperar nada
a cambio.
Es más injusto
entregarse
a esas pasiones
de vuelta y media.
Abrázame.
Los números primos
ya son combustión
y música milagrosa.
Fotografía: Bob Carlos Clarke
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