Hay una edad
en la que tanto
la madre
como la hija
están igual
de apetecibles.
Cada una
sugiriendo
sus propias
potencialidades.
Fotografía: Grete Kolliner
Hay una edad
en la que tanto
la madre
como la hija
están igual
de apetecibles.
Cada una
sugiriendo
sus propias
potencialidades.
Fotografía: Grete Kolliner
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