Aquí, donde las sombras
del totalitarismo
aún se agitan
y desprenden
polvo.
Aquí, no menos,
la determinación
cotidiana
frente a cualquier
forma
de disciplina.
En ausencia
de una nube
de mosquitos,
repeler
la bruma pegajosa
de indiferencia
desde múltiples
puntos
de fuga.
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