Lo único que me interesaba
repetir era, tan solo, ese momento
de sorpresa golpeándome.
Ante cada nueva palabra
emitida por sus labios
en las cumbres nevadas
del placer.
Ante cada gesto sombrío
al vestirse,
o al contrario,
de acuerdo
a la temperatura ambiente,
Ante cada uno de sus pasos
desnudos
para ir a beber agua
o al cuarto de aseo.
Antes de despedirse
de mí, lacónica,
hasta no saber
cuándo.
Fotografía: Sofía Santaclara
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