Hace tiempo que no arrecia
una huelga, ni desfilan las uvas
por tu boca de nubes.
¿O es que, acaso, has planeado
una función astronómica
en recuerdo de la marea
que fuimos?
En pos de la migración
que auguran las letras caninas,
sucumbiré a la paz exprimida
por la madrugada.
Surgías de un trance.
El oscuro relato ganaba
adeptos y una aureola púrpura.
Tu cuerpo dictó un plebiscito
y vuelve a ser urgente trazar
los contornos del mapa
deshilachado.
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