Supongo que ya te has quitado
de ese vicio de leer mis poemas
como quien mira la hora
o consulta el pronóstico
del tiempo.
Ironías del destino.
Cuando ya no les prestas
maldita atención
es cuando mejor calibro
sus engranajes
para recordar
tus grandes dotes
de ilusionista.
Ilustración: Alexa Meade
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