En mi planeta claman “viva, viva”
por cada hazaña sorprendente
de la astronáutica.
A los científicos se les saltan
las lágrimas de emoción
cuando culmina un viaje
espacial sobre alguna roca
de la galaxia.
¡Cuántos misterios sobre
nuestro origen será
posible descifrar!
No seamos aguafiestas, no.
No es momento para
cálculos burdos y odiosas
comparaciones.
¡Viva, viva y que corra
el champán!
Fotografía: Miguel A. Martínez
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