Devorabas con fruición la ensalada
llena de colores.
Crujían los alimentos en tu mandíbula
sonriente y los pechos se asomaban
cálidos a la circulación del aire.
Olvidé en qué mes del año
tuvo lugar la abundancia.
Fotografía: Miguel A. Martínez
2 comentarios
ateopoeta -
polikarpov -