Con la primera luz atravesando
la piel delgada de los párpados,
la torsión de nuestros cuerpos
buscándose, bajo tierra aún,
lo que la noche no pudo drenar
de sus cuencas, lo que permanece
mezclado y turbio, sin máscaras,
las terminales de pasajeros
ausentes, la coexistencia de los
lugares remotos que nos han
manchado, sus carteles publicitarios
de sol y playa mientras purifica
mi rostro un viento polar,
has puesto el agua a hervir, yo
unto mermelada en ese pan denso
de semillas, la puerta de la nevera,
el grifo, los interruptores,
la configuración del silencio
en el que no sé cómo, con qué
elementos o con qué todo
aplacar el dolor.
Fotografía: Miguel A. Martínez
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