La hora del día a la que escribo
equivale al año que cumplo
por activa o como saldo
de lo inevitable.
El humor, la luz, las palabras
recibidas o burbujeantes
en la marmita
de la conciencia.
Sintaxis, realidad, fragua
de una tecnología ecléctica
que invita a tu mano
en mi pecho
aún.
Fotografía: Mai Oltra
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