Deseo que las calles se vacíen un poco.
No pido mucho, ni un silencio mortecino,
solo que vuelvan los días de fiesta
sin apuros, pasear sonrientes, que se caigan
las máscaras de la ópera
y el silbo de esas aves de papo rojizo
se afine con una brisa templada.
Después habrá tiempo para bregar
en Sham Shui Po.
Rastrillos de segunda mano, buscavidas,
sopas de serpiente,
dispositivos electrónicos.
Fotografía: Fan Ho
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