Hoy en día puedes comer un pomelo
a las ocho de la mañana
e invocar a los dioses laicos
con sus guitarras
en el escenario.
No importa el número de viajes
intercontinentales porque el simple
pájaro y la floración
son capaces de poner en cuarentena
toda inmovilidad.
Después están tu cuerpo y las galaxias.
Disyuntiva y convergencia.
Materia de debate en la primera
entrega de una serie infinita
de especulaciones.
Fotografía: Mai Oltra
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