Extraviarme por derecho:
lo que sabe
a miscelánea.
Generar reglas
(que me convienen)
en el curso
de la transgresión.
Apartar la maleza
de conceptos
fósiles
y rebuscar en el baúl
(a tientas: ojos
en las manos, capilares,
terminaciones
nerviosas).
La insolvencia
agudiza
el ingenio:
obras son amores
y es preciso
meditar
tres veces
al día.
¿Qué metáfora
será tan
poderosa
que no me ciegue
ni engatuse?
Si no fuera
porque me acerco
a tu verdad
y ella sospecha
de mi
escepticismo.
Todo aquello
no era más
que un sueño.
Sí, pero qué
sueño.
Fotografía: Sára Saudkova
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