Exhortar al cuchillo a seleccionar con tino las cabezas
que merecen el sacrificio de acuerdo a estrictos criterios
de justicia distributiva y evitarle, así, a la mano ejecutora
tamaña responsabilidad.
Que la maleable historia de nuestra naturaleza deje
de amargarnos la cena.
Fotografía: Ruth Franken
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