Las vidas de lunes a domingo
que son fábrica y paisaje desolador.
¿En qué gastar el tiempo muerto
y enterrado?
¿Próspero futuro para esos chiquillos:
acatar las instrucciones, cómo huir
de los sueños virtuales
y de la cifra?
Ya no quedan ahorros.
Solo al tuétano atender.
Fotografía: Benoit Courti
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