mi turno en el laberinto
Mañana tengo que llevar el coche al taller. Tendré que avisar de que llegaré tarde a la reunión, pero no puedo faltar. Ya está bien de dejar que sean los mismos los que cortan el bacalao. Aún recuerdo la última vez que me tomé una semana en Praga y a mi vuelta habían decidido cambiar a todo el mundo de despacho. ¿Sí? hola corazón, ¿qué tal te va con tu nuevo jefe? por cierto, que te hice caso y apunté a los niños a la academia de inglés que me recomendaste, a ver si así van aprendiendo algo, hija, porque en la escuela parece que este año han vuelto a estudiar los números del uno al diez… ya, ya, qué te voy a decir a ti, que eres profesora… ah, disculpa, cielo, pero te tengo que dejar que estoy en el banco haciendo unas gestiones, ya te llamo a la tarde por si quieres ir al cine cuando salgas del gimnasio, un beso. Para una mañana que me pido de asuntos propios y ya llevo aquí más de dos horas perdidas para negociar la dichosa hipoteca. Esto es un torbellino y yo parezco la mujer araña. Creo que las próximas vacaciones me iré a una isla paradisíaca, si es que queda alguna, para tumbarme a la bartola todo lo que pueda, nada de museos, ni festivales, ni tiendas de campaña ni amantes deportistas, qué cansancio sólo de pensarlo. No quiero ni acordarme del último fotógrafo que conocí por internet, vaya caso, más me valdría iniciar relaciones con un notario, si es que hay alguno que no sea un muermo, claro. Si lo peor, por mucho que diga mi madre, es enamorarse: ¿para eso tanto estudiar? Que me quiten lo bailao, pero a mí no me vuelven a cazar. Entre los hombres, los niños y la casa, al final dime tú cuando tienes un momento para leer un libro tranquilamente. Y, encima, en la asociación se han vuelto locos y quieren que comencemos una huelga de hambre para protestar por el despido de los mediadores. ¡Lo que me faltaba! Lo único bueno que le veo a la iniciativa es no tener que hacer la compra de la semana. Le voy a mandar un “sms” a la secretaria para decirles que tienen todo mi apoyo moral, esa gente sí que se lo merece, no como otros lameculos. Dos horas aquí clavada, esto es la hostia. En fin, a veces el tiempo corre de forma desesperante y todavía me quedan un montón de cosas por resolver hoy. ¿Sí, es mi turno?
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