Jay-Jay
La primera vez que lees su nombre, Jay-Jay Johanson, te quedas estupefacto. Su rostro, con apariencia de ingénuo, no te deja menos perplejo. La forma de cantar y las bases electrónicas de muchas de sus canciones suenan, cuando menos, originales: llenas de sutilezas y calidez. Las letras, sin embargo, están cargadas de desamor y tristeza. Anoche fuimos a verlo actuar en Barcelona, a dejarnos mecer, casi bailar. Delicado, sensible y concentrado, bebía agua y whiskey, dando a entender que muchas de sus canciones las ha vivido en primera persona. En la sala Salamandra, además, los fumadores debían retirarse para hacer sus necesidades a un recinto aparte. Así que respiramos a fondo cada una de las canciones y nos fuimos a casa recordando la mirada lánguida y las melodías de Jay-Jay. Un placer.
3 comentarios
ateopoeta -
espero que os guste... tiene, como veréis, un regusto a Antony and the Johnsons o, yendo más atrás, a Portishead, Morcheeba o, si me apuran, hasta al magnífico Chet Baker.
besos
rocio -
miriam -