Desplazamientos
Minucioso andar, orientarse en la mirada,
replegar las alas. La ciudad densa
y granizada que hemos preferido por mor
de una inercia común.
Nos da un tiempo húmedo y pájaros rojos
como incendiados.
Incendiados conductos subterráneos donde
exhalan nuestros pulmones,
donde la ternura está en suspenso
o las almas vuelven de su tierra prometida,
nunca encontrada.
Me das una ruta
cataclísmica, me recompones
a continuación.
Necesitaba desgranar este augurio
de vivir en círculos, contigo, en el
consenso de las cataratas mejores.
Puentes, túneles, diagonales, pasos de
cebra, senderos arbóreos y
el pulso rítmico de la urbanidad.
A tus brazos me remito. Vigor que
desflorará en la búsqueda,
en la puntuación y las señales.
Salid, dioses sin cabeza,
del verdín viscoso que os apresa.
Dejad huellas, ralentizad
los humores enfebrecidos.
Nuestra rala sabiduría
proseguirá los nudos, nos amarrará.
Ten por cierto
el proseguir.
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