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ateo poeta

 

Algunos días todo parece escurrirse entre los dedos,

las teorías, los lugares, las figuras humeantes de la certeza.

 

Otros días, en cambio, nada se resiste a la seguridad

de lo tangible, el cielo y la brisa despiertan cada molécula

de mi piel, veo el futuro apetitoso como una fruta

a punto de ser mordida.

 

Todos los significados se agolpan en la melodía

que silbo. En cada instante, el universo palpitando.

 

En ese oscilar florece lo recién marchitado, cumplo

años, pago impuestos. Amo sin pena y con gloria.

Me evado siempre con excentricidades,

sólo para regresar a lo lacio.

 

De uno a otro lado de la quiebra, un eterno tránsito.

 

 

1 comentario

carlos -

cuando he leido este poema me he sentido identificado con mi vida misma