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ateo poeta

 

Recibo con el iris felino de las sombras

tus zalamerías.

Nada postergo. Toma las mías.

La mujer que llevo dentro eleva

su líquida oración y desvela.

Apenas sentí el relente del desierto

y el día recién nacido trinaba

despacio.

Los dedos que juegan y nos recorren,

nos restañan. Ahuyentan

la prematura erosión.

¡Cómo vibra el dátil del ojo

cuando invoca desde sus celosías!

 

 

1 comentario

caricias -

regálasela a palabras para c!!