La manifestación
al compás
de las asimetrías,
un día festivo más.
Mientras sigamos alimentando
la división, la de nuestras
torpezas,
seguiré acudiendo
desorientado.
Puedo preferir la intimidad,
la ternura de un rayo albero
al despertar sin prisa,
la hierba mullida y esmeralda,
tu interlocución
creando el entorno
de resonancias, sí.
Puedo afirmar,
bosquejar sendas,
reconocer,
donar, sí.
Sólo me fatigan
las inercias, el estruendo
de la injusticia,
las carencias acuciantes
que sobrevolamos.
¿Qué vamos a recuperar
con nuestras mudas manos?
¿Qué clarines celebrarán
nuestros remedios prácticos?
No esperemos
a otro primero de mayo
circunspecto.
En tu rostro,
a tu lado,
puede mermar
el vacío.
Ilustración: Carlos Correia
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