Dar un paso atrás
puede ser un avance, un modo de recuperar
el espacio propio.
Volver al otro lado del estruendo,
de las quiromancias, preferir
esta placidez sonora.
Renunciar a traspasar barricada
tras barricada, a naufragar
en sueños adulterados.
Necesito este solaz, no las alegorías
de la efímera victoria. Reposar
vencido, inclusive.
Si residiera aquí, acaso, la ternura.
O la ausencia de ambiciones vanas, la llama
de las fracciones de tiempo
que reflejan la posibilidad de la muerte.
Regresar al azul y a la cúrcuma
del párpado cerrado, al paladar
lento del beso nuevo.
Fotografía: Edouard Boubat
0 comentarios