Te escucho lejana
como el rugir de estrellas
en una noche despojada
de transparencias.
Has plegado el libro
de los secretos
y una luz monótona
perfuma aquí
toda la oscuridad.
Los vestigios fósiles
de tus besos sin carmín
son la única fuente
de interpretación.
Desconozco la ternura,
he vuelto a enmudecer,
oscila como un péndulo
en la menor gravedad
todo lo que existe.
Fotografía: Vaclav Chochola
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