Para escribir un poema breve, hoy,
existen tres opciones.
Decir que tienes poco tiempo
porque tu madre te espera
para comer y ya hacía mucho
que ni la llamabas.
Echar de menos a la mujer
que amas locamente a pesar
de que hace solo unas horas
que os despedisteis y sigues
temiendo que sea
para siempre.
Volver a esta inútil adicción
de la literatura y recordar
la cantidad de papel en blanco
que derrochan los editores
para acoger apenas el aliento
de unos versos breves.
Fotografía: Bruno Barbey
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