He visto gatos mansos
y gatos ariscos, y he visto
cómo todos eran devorados por los buitres
y cómo éstos eran devorados por otros buitres
y la primavera florecía de nuevo
y las mariposas tenían prisa por libar.
He visto a agentes de inversión
que preguntan cuánto beneficio quiere usted
y no tema por las huelgas ridículas,
ni por los árboles invisibles, ni piense
por momentos en los niños ni en las estrecheces
de esos pobres diablos, ya que eso, al fin y al cabo,
no es de nuestra incumbencia.
He visto a los hombres y a las mujeres más
inteligentes y más sensibles y con las manos más
finas, y he visto ascender el humo
de todas sus loables y éticas palabras
mientras admiraban colecciones de arte
o volaban a destinos paradisíacos.
He visto huracanes carnívoros
y oradores carroñeros.
Y a las orquídeas perder su extraordinaria
locuacidad.
Y, sinceramente, no quisiera verme nunca
en su pellejo.
Fotografía: Guillermo Asián
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