distintos finales igual de intrascendentes
Antes pedaleaba rápido
como una centella
con tal de ganarle
cinco minutos
al trayecto de vuelta
a casa.
Ahora pedaleo rápido
pero sin prisas ni afán
tan sólo por combatir
el frío de enero
y el tedio del tráfico
motorizado.
A mi paso por el bosque
las encinas
ni se inmutan.
A ellas,
mis diatribas,
ni fu ni fa.
Siguen firmes
en su sitio.
Ni una brizna
de sus ramas
se altera
ante el espectro
de la velocidad.
Ilustración: Erick Beltrán
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