Esta oscilación,
este equilibrio
imposible,
ir y venir,
de una luz
esclarecedora
a las tinieblas
del alma,
de una a otra
anomalía
salvaje,
de la fuerza
brutal
del deseo
a la necesidad
apaciguadora,
a una rutina
dulce y en flor,
este persistir
en lo evidente
e inalcanzable,
esta bifurcación,
este sujeto
que se escinde
y se constituye.
De alguna manera
estamos abocados
a ponernos
de acuerdo.
Ilustración: Salvador Dalí
0 comentarios